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El róbalo

El róbalo europeo (Dicentrarchus labrax), conocido usualmente como róbalo, es una de las especies más importantes de peces cultivados en agua de mar en el mar Mediterráneo. La industria del róbalo ha crecido con fuerza en la última década y alcanza una producción anual de aproximadamente 200.000 toneladas (2016)(FAO).

Las enfermedades y afecciones del róbalo

En la producción actual de róbalo, la vibriosis causada por el Vibrio anguillarum serotipo O1 es un factor que limita el crecimiento posterior de la industria (Haenen et al., 2014). Los brotes de vibriosis ocurren en las etapas de incubación y crecimiento de la producción, y normalmente están relacionados con situaciones estresantes y fluctuaciones rápidas de temperatura; la enfermedad se caracteriza por la presencia de hemorragias en la piel y la base de la aleta y la necrosis del tronco en los peces juveniles. El patógeno causa una septicemia hemorrágica. La mortalidad oscila entre el 1 % (peces grandes) al 30 % (peces de tamaño medio) sin tratamiento.

La Pasteurellosis causa septicemia, la que puede presentar un curso agudo, sub-agudo a crónico; la forma aguda se observa generalmente en peces pequeños o juveniles y puede inducir una mortalidad alta (hasta el 90 % a 100%) con pocos otros signos de enfermedad aparte del oscurecimiento de la piel y/o áreas ligeramente hemorrágicas en la cabeza y branquias y un agrandamiento del bazo. La forma crónica ocurre en peces más grandes y se caracteriza por la presencia de nódulo blancos en los órganos internos, especialmente el bazo y el riñón.

 

El diagnóstico rápido de los brotes de la enfermedad es esencial para un manejo y control adecuados.  El diagnóstico puede realizarse mediante hallazgos patológicos y exámenes bacteriológicos. La prueba PCR es una buena alternativa para verificar la presencia del patógeno porque el método es muy sensible y rápido. Los métodos serológicos, como la prueba de aglutinación, también pueden usarse para el diagnóstico de la pasteurellosis.

 

La administración de vacunas inyectables y de inmersión como medidas preventivas son las opciones óptimas para controlar la enfermedad en los peces juveniles y en los peces grandes en el mar.